Innovación Educativa y Constructivismo

La introducción de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación en el proceso educativo no es una tarea fácil. Aún los pioneros en el proceso de adopción son un grupo reducido de personas y en ocasiones sólo les dan acogida por un corto periodo. El descubrir algo nuevo y adoptarlo requiere primero de su descubrimiento, después del conocimiento de su utilidad y sólo entonces estaríamos en condiciones de la implementación y adopción de la innovación en ambientes de aprendizaje. Es necesario que se consideren durante el proceso los costos directos e indirectos del mismo; por ejemplo, la capacitación del personal. Aunado a esto, es importante que los docentes estén dispuestos a salir de su zona de confort. Además, una vez implementada la innovación hay que considerar su administración teniendo en cuenta diseño, calidad y costo de la misma; así como, el alcance y la etapa de penetración en la que se adoptó. Al soporte técnico se le debe dar especial interés sobretodo durante la etapa de madurez del proceso de penetración de la innovación.

Lo anterior no debe impedir que los actores inmersos en el ámbito educativo nos avoquemos a la tarea de innovar como parte de nuestra labor. Por un lado, porque así lo demanda la sociedad del conocimiento y por el otro las reformas educativas lo exigen. También los conceptos de ciudad del aprendizaje, ciudad digital y ciudad inteligente nos invitan a la reflexión sobre el uso y manejo de las TIC. Además, resultan ser una herramienta útil ante el nuevo enfoque pedagógico constructivista. Este modelo educativo que se caracteriza porque tiene como objeto de la acción educativa al estudiante, del que se espera un rol activo con compromiso y responsabilidad en el proceso educativo, ha provocado que la función docente se convierta en un recurso para el aprendizaje, facilitando los contenidos y la formación del alumno. Es aquí donde el diseño instruccional adquiere importancia y las TIC se vuelven una herramienta necesaria para hacer un programa que confronte al estudiante y le permita desarrollar competencias necesarias para la vida como la capacidad de trabajar en equipo, reflexionar, criticar y cambiar su entorno de manera que adquiera un aprendizaje significativo. El uso de las TIC le permite al estudiante flexibilidad en tiempo y espacio haciendo del aprendizaje una experiencia más duradera.

Además, este modelo considera el desarrollo de habilidades para insertar al alumno al mercado laboral, de manera que los avances tecnológicos impactan en la oferta educativa. No podemos estar ajenos a la función social de la escuela, la introducción de una innovación no implica que nos alejemos de la responsabilidad de transmitir valores y cultura. La Filosofía de la Educación Constructivista contempla el desarrollo de talentos y valores. Se pretende preparar a las personas de manera integral para que puedan competir en la economía global pero de forma que las competencias que desarrollen no sólo les beneficien a ellos sino también a su comunidad. Por ello, resalta la resolución de problemas como método de enseñanza para que en la etapa laboral los estudiantes sean capaces de transformar su sociedad y se conviertan en verdaderos agentes del cambio social. Coincidiendo con la Filosofía Educativa Humanista que parte de la dignidad humana para establecer principios, valores y normas y la ubica como el fin a donde han de dirigirse los actos humanos. La práctica educativa que se nos demanda sugiere la creación de ambientes de aprendizaje donde el estudiante sea capaz de contruir su proyecto de vida, desarrolle habilidades comunicativas, resuelva situaciones que le permitan transformar su medio de manera crítica, analítica y reflexiva con libertad, responsabilidad y empatía con su comunidad.

Por otro lado, la Universidad se ha convertido en un agente democratizador de la enseñanza con ayuda de las TIC, apareciendo nuevas modalidades educativas. Además, las relaciones que la Universidad asume con la sociedad, el gobierno y los investigadores requieren de una comunicación virtual. También las nuevas ciudades del conocimiento resaltan la capitalización de la economía y el aprendizaje, haciendo énfasis en el aprendizaje contínuo donde las TIC resultan de gran apoyo. Las ciudades digitales dan relevancia a los elementos virtuales donde se pretende que toda la población acceda al conocimiento y las ciudades inteligentes reclaman capacidad digital; así como, desarrollo de productos innovadores. Las competencias requeridas para el ciudadano del conocimiento reflejan la responsabilidad que tenemos los docentes de adquirir competencias en el uso y manejo de las TIC, de manera que podamos responder al reto de diseñar estrategias para que el alumno descubra y construya su aprendizaje.

Referencias
Lozano Rodríguez, A. & Burgos Aguilar, V. (2007). Tecnología educativa: en un modelo de educación a distancia centrado en la persona. Distrito Federal, México: Limusa.
Burgos Aguilar, V. y Lozano Rodríguez, A. (2010). Tecnología educativa y redes de aprendizaje de colaboración: Retos y realidades con impacto educativo a través de la innovación. Distrito Federal, México: Trillas.